El clima laboral es el ambiente que se respira en el medio en el que los trabajadores llevan a cabo sus distintas labores. Viene a ser el “estado de ánimo” de la organización— cómo está sintiéndose el grueso del grupo laboral en un determinado momento dentro de la coyuntura que esté viviendo.
El Clima, o estado de ánimo, depende en gran parte de la Cultura de la misma manera en que el estado de ánimo de un individuo,frente a una determinada situación circunstancial,depende de su personalidad. Una persona con valores y principios bien estructurados, con fe en sí misma y sus capacidades, probablemente enfrentará una situación adversa sin alterarse mucho y con una expectativa básicamente optimista respecto a sus posibilidades de salir airosa. Probablemente se inquiete por la circunstancia pero no se sentirá agobiada por ella y pondrá en acción sus capacidades, conocimientos y esfuerzo en aras de resolverla. De igual modo, una organización con una cultura sólida y orientada a resultados pasará las dificultades conjugando las capacidades y los esfuerzos de sus miembros para dar frente a retos difíciles; sus colaboradores mantendrán un estado de ánimo expectante y básicamente positivo y se alinearán alrededor de sus valores con fe en el futuro.
De otro lado, un individuo sin valores adecuadamente estructurados y un bajo nivel de confianza respecto sus propios recursos para enfrentar dificultades, probablemente tenderá a sumirse en el desánimo y adoptar una mirada pesimista respecto a sus posibilidades de superar el problema que enfrenta. Asimismo, en una organización con una cultura débil en la cual no hay un alto nivel de acuerdo sobre los valores, normas y creencias que la gobiernan y padece de un bajo nivel de consciencia de las competencias especiales del grupo para resolver problemas como equipo humano, el estado de ánimo de sus miembros decaerá ostensiblemente frente a coyunturas complicadas generando un clima – estado de ánimo colectivo—sombrío y negativo.
Entonces podríamos concluir que la Cultura que impera en una organización es un elemento preponderante en el estado de ánimo colectivo de la misma, y por ende, algo que debe ser construido y mantenido con el debido celo y dedicación por sus líderes a fin de optimizar el buen ánimo de todos los colaboradores y, consecuentemente, el logro de resultados superiores.